No es cierto que la verdad sea relativa, la concepciĆ³n liquida posmoderna del relativismo absoluto de las cosas es un error.
La verdad es concreta, Ćŗnica y absoluta, la silla es silla, ni paleta, ni mosquito; la interpretaciĆ³n de los hechos y las cosas puede ser relativa, subjetiva, pero la verdad no. Si yo tomo una cartera que no es mĆa, la abro, tomo la billetera que contiene, y me la llevo sin haberle pedido permiso a su dueƱo, estoy robando, acĆ” y en la China, el apropiarse de algo que le pertenece a otra persona es robar, simple y llanamente, es un hecho concreto y absoluto, y por tanto irrefutable, ahora, el por quĆ©, el para quĆ©, el cĆ³mo, el contexto y demĆ”s ponderables son los que estĆ”n sujetos a interpretaciĆ³n y son por tanto relativos, pero el hecho concreto estĆ” libre de cualquier interpretaciĆ³n, es Ćŗnico, absoluto e irrefutable, es verdad.
Entonces, cuando en una discusiĆ³n, debate, exposiciĆ³n, etc., la otredad presenta una contra-argumentaciĆ³n a la nuestra y aun cuando no estemos en condiciones intelectuales o anĆmicas de refutar tal teorĆa es incorrecto decir “esa es tu verdad”, puesto que hemos concluido que la verdad no es relativa sino absoluta, por tanto, valdrĆa mĆ”s decir “ es tu forma de pensar, tu interpretaciĆ³n de la realidad, tu opiniĆ³n” o mejor aĆŗn “ un argumento muy interesante, con mucho gusto podrĆamos debatirlo en otro momento”, llegando con esto al mismo punto intencionado de cierre de debate, pero sin caer en el eufemismo falaz de un pseudo-respeto que humilla y degrada tanto al exponente como al debatiente.