Todavía no lo puedo creer, estoy conmocionada y psiquicamente no preparada para una cosa así, ayer se hizo la fiesta de fin de año en la escuela de mi hijo, (el cual por cierto, dato importante, pasó a 3º grado) y fuimos, era una especie de kermese, con juegos del tipo 2G (pescar platos, tirar latas, embocar tapitas, etc.) y shows armados
por grupos de alumnos demostrando alguna habilidad; bueno, la cosa es que, mi hijo, quien jamas gana nada, jugó y se gano muchos premios (con la complicidad de tooooooooooodas las maestras); esto es así el chico hace tres años que está en esta escuela y realmente no sé cómo ni por qué pero logró que todas, absolutamente todas las maestras de la escuela lo quieran mucho;
ahora bien, después de un rato cuando ya no me daban las manos para seguir agarrando cosas de un momento al otro se empezó a poner incontrolable, primero enojado y después llorando a mares, decía que tenía que devolver todo, que él no se lo merecía, que había hecho trampa, que era un nene malo, y una sarta de cosas por el estilo, después de un rato de llantos y pataleos logré calmarlo y se decidió volver a casa, yo ingenua, creyendo que lo que le ocurría era miedo al éxito (no quiero ser mala, pero de verdad jamas logró ganar nada en su vida y ahora las manos no me daban para seguir teniendo premios) lo lleve por todo el barrio para que la gente lo alentara y felicitara por lo que había logrado, llegamos a casa y se calmó; durante la noche estaba bastante bipolar, había veces en que lo comentaba radiante de felicidad "viste me gané todos los premios" o "yo me saqué el premio mayor en tal juego" a lo que yo asentía contenta y lo elogiaba y después se le cruzaban los cables y de la nada totalmente angustiado gritaba "lo voy a tirar todo" , " yo no lo merezco", "hice trampa en la escuela" tras lo cual se tiraba en su cama a llorar; cosa a la que no sabía como reaccionar, sólo me limitaba a abrasarlo y decirle que no era así; ésto se extendió hasta las 2 am cuando me entero cual era la causa real de todos sus males, en uno de sus arranque de angustia se le escapa la frase "yo no quiero ser de tercero, quiero a mi seño Rita" les juro que cuando escuche eso se me vino el mundo abajo, el sol se oscureció ante mis ojos, o sea, las dos veces que hizo primero (que es el grado más propenso para estas cosas) no le había pasado y eso que él adoraba al grado de diosa a su seño Vero y aún así cuando pasó a segundo como que nada, se puso re feliz y ahora no quería pasar a tercero por amor a su maestra decía que no la iba a ver más que ella no lo iba a querer más a él y empezó a divagar en un montón de planes, estrategias y complots de cómo había hecho él para engañar a todos para pasar a tercero pero que como todo era una trampa él era un nene malo y merecía ser castigado repitiendo segundo, obviamente todo ésto entre un mar de lagrimas, yo la verdad me sentía totalmente desbordada por un lado por la imaginación de mi hijo (no se imaginan las cosas que me dijo, son irrepetibles), y por el otro y más importante si para cualquiera de nosotros es insufrible, incomprensible y totalmente doloroso un corazón roto, imaginense para un nene de 8 años, estaba totalmente desarmada, no tenía ni idea que hacer, realmente no hay mucho que hacer en un caso así ante el dolor del alma nadie puede hacer nada sólo me quedé ahí y lo abracé un rato mientras lloraba hasta que se calmó un poco y lo dejé medio dormido, pero un rato después desde mi dormitorio lo escuché llorando de nuevo y realmente se me partió el alma, al poco se durmió y yo después también, hoy se despertó como si nada, pero cada vez que ve alguno de los premios que se ganó con su maestra se le ve una tristeza horrible en los ojitos que me parte el corazón.
Perdón por escribir algo triste en una época tan festiva pero es que estoy conmocionada, tal vez sea cierto lo que dice mi cuñada y soy demasiada madre pero sólo tiene 8 añitos yo esperaba que esto viniera recién a los 13 por una tilinga que no valiera 2 centavos no algo así.
